El instituto alemán GEOMAR (Centro Helmholtz de Investigación Oceánica de Kiel) ha iniciado en el puerto de Taliarte, en Gran Canaria, el experimento de campo de este año, que investiga una posible solución para la eliminación a largo plazo del efecto invernadero del dióxido de carbono de la atmósfera.
Más de 50 científicos de seis países, liderados por GEOMAR, investigarán durante siete semanas hasta qué punto el océano puede ayudar a absorber más dióxido de carbono (CO2) del aire y qué impactos tiene esto en la vida marina.
El experimento se lleva a cabo como parte del proyecto de la Unión Europea sobre tecnologías de emisiones negativas basadas en el océano (OceanNETs). El proyecto, que se ha estado ejecutando desde julio de 2020, tiene como objetivo proporcionar una evaluación integrada de las medidas específicas para la eliminación de CO2 en el océano.
A largo plazo, la mayor parte del dióxido de carbono (CO2) liberado por los humanos será recapturado por la meteorización de las rocas en la tierra y almacenado en el océano como bicarbonato disuelto. Sin embargo, se necesitarán hasta diez mil años para que la huella de CO2 humana se elimine en gran medida nuevamente a través de este proceso. Es por lo tanto demasiado tiempo para desempeñar un papel importante en la lucha contra el cambio climático en las próximas décadas, a menos que este proceso pueda acelerarse activamente.
Si esto es posible y cómo reaccionan las comunidades bióticas en el mar está siendo investigado actualmente por 50 científicos de seis países bajo el liderazgo de GEOMAR en un experimento de campo en Gran Canaria con el apoyo logístico multidisciplinar de las instalaciones de tierra de PLOCAN.
En nueve tubos de ensayo gigantes en el mar, los llamados mesocosmos, los investigadores están simulando la meteorización acelerada mediante la adición de minerales, ya que también se introducen en los océanos a través de la meteorización natural.
El foco de las investigaciones es la cuestión de cómo reaccionan las comunidades bióticas encerradas en los mesocosmos a esta intervención. Además de la unión adicional de CO2 en el agua de mar, el método conocido como alcalinización de los océanos tiene el beneficio colateral de contrarrestar la acidificación de los océanos.
La continua acidificación del agua de mar es una consecuencia de las continuas emisiones de CO2. Aproximadamente una cuarta parte del CO2 liberado anualmente por los seres humanos se disuelve en el océano y reacciona con el agua para formar ácido carbónico, con graves consecuencias para la vida marina.
Durante las próximas siete semanas el objetivo es investigar los riesgos potenciales y los efectos secundarios de la alcalinización del océano en las comunidades marinas, pero también capturar cualquier efecto positivo al frenar la acidificación del océano. Además, se espera obtener información sobre la eficacia y seguridad de la alcalinización de los océanos como método de eliminación de CO2.
Además del proyecto “OceanNETs”, financiado en el marco del programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, el estudio en Gran Canaria está cofinanciado por el proyecto de la UE “AQUACOSM-plus” y el proyecto “Eliminación de dióxido de carbono en los océanos” (Ocean-CDR) de la Asociación Helmholtz.
Sigue la evolución del estudio en el blog de OceanNETs.